dolor y languidez



Quiéreme por cada lágrima que derramé por ti.
Por cada alfiler oxidado que clavaste y ahora envenena mi corazón.
Sólo porque la herida escuece, y no tengo alcohol para curarla. Todo él corrió por mi garganta en una madrugada perenne, cuando aún creía en sombras difusas.
Y ahora, esquilmados gusanos recorren mis manos, buscando algo maldito entre la materia aún viviente.
No abandones a este usado fósforo en el que me he convertido...
pues sólo intentaba estar a tu lado.

4 comentarios:

Doncel dijo...

Es muy triste tu poesia,Amiga pero no deja de ser muy lindo sus versos.
Mañana si puedes, inteta ver la salida del sol y escribes algo.
Verás como cambia el sabor de amargo ha dulce.
BESOS. antonio

CaTpRiNcE dijo...

que triste texto espero que no estes asi de triste...

Un saludo!!!

Unknown dijo...

Quiérete por cada lágrima que derramaste por él, conviértete en un fósforo que puede encender la llama una y otra vez, no seas de esos que una vez relucen y luego no sirven de nada...

Poco a poco vamos entendiendo el entramado que el destino nos prepara, no siempre sale como uno lo espera, pero siempre puedes sacar lo mejor de él :P

pd: haremos la croqueta!la haremos!besitos*

Doncel dijo...

Besos desde Barcelona.
Buen fin de semana.