Algún día


Esta sensación... me encuentra, me atrapa, me impide respirar...

Siento, saboreo, la experta agonía.
No puedo huir... intento volar más allá del mundo, no pensar, no sentir, no creer... Es imposible.

No puedo soportarlo, sé lo que ocurre, sé la verdad, en cambio... no puedo, ¡ no puedo actuar!
Y todo... por una inseguridad marchita en el ambiente.
Dos almas confusas... un tic-tac que resuena en mi cabeza...



Pero no te preocupes por mi.



Sabré cómo refugiarme en esta tensión dilucidada con tanta intensidad, encontraré un lugar... algún día .



Anita Gallego



Razones...



Porque mi corazón se evade del mundo con tu presencia,

porque creo desvanecer si no encuentro la llave de tu puerta,

porque sabes que estoy para ti,

porque nunca sabrás el porqué de este sentimiento...

Por eso, por eso te escribo.


Me resulta tan complicado explicarlo...

es algo tan ilusorio,

vivo de un sueño.

Mi destino por el tiempo está marcado,

horas pasan y mi alma se inquieta.

Créeme si te digo que me exalto,

escucha mi falta de razón,

sé la luz de mi camino.


Ahora, dime, viajero de mi corazón,

¿cuál va a ser tu próximo viaje?

¿Te quedarás para siempre...

o escaparás con una vana promesa en tus labios?


Anita Gallego

Hay en mí más recuerdos...


Charles Baudelaire, Las flores del mal


Aquí os dejo, amantes de la bohemia, un fragmento de las Flores del mal, de un magnífico Baudelaire, que exalta mi gusto por el movimiento de los poetas malditos...



" Hay en mí más recuerdos que en mil años de vida.

Una cómoda llena de finales de cuentas, versos, cartas de amor, con romanzas y pleitos, y mechones espesos enrollando recibos, guarda menos secretos que mi triste cerebro. Es como una pirámide, un inmenso sepulcro que contiene más muertos que la fosa común. -- Soy como un cementerio que la luna aborrece, donde largos gusanos, como remordimientos, se encarnizan sin tregua con mis muertos queridos. Soy un viejo boudoir donde hay rosas marchitas, un rebujo anticuado de las modas de ayer y pasteles dolientes, y Bouchers palidísimos respirando perfumes de unos frascos vacíos. Nada existe más largo que los días ingratos cuando caen los copos de los años nevosos; el hastío, que es fruto de la triste desgana, toma las proporciones de una cosa inmortal. -- Oh, materia viviente, vas a ser desde ahora el granito rodeado del horror más confuso, dormitando en el fondo de un brumoso Sahara; una esfinge ignorada por el mundo insensible, olvidada en el mapa, cuyo umbrío talante sólo canta a la luz que da el sol en su ocaso. "