Mirando atrás



Te vi.


Ayer te vi.


Tú, implacable, como una ráfaga de viento, te llevaste todo a tu paso.


Levantaste los vestigios de aquéllo que nunca llegó a ser,


arrancaste los pétalos marchitos de aquélla orgullosa flor,
susurraste cálidas palabras a oídos ajenos.



Sí, tú...

Tú me haces pronunciar palabras insólitas,


haces que mi rostro mude de expresión,


eres un ente embriagado de misterio


en éste, mi mundo irreal.




Nunca más viajarás por mi subconsciente,


prométemelo.


Dime que no debo, dime que no puedo, entonces, te ignoraré.


Sentimientos...






ANITA GALLEGO