aquéllos pensamientos post-depresivos borrados por mis delirios...




No hay que entender lo que nos sucede, sino simplemente dejarlo pasar.
Las cosas ocurren, sin más, por alguna razón que no sabremos hasta que alcancemos el nivel de evolución que nos viene asignado cuando empezamos a vivir.

Son las coincidencias las que van a definir nuestra evolución. Pero no hay que buscarle el sentido lógico, porque todo es un todo, y a su vez, nada.


Nuestro destino es fruto de nuestra evolución, de nuestra forma de actuar ante diferentes situaciones que nos plantea la vida. Debemos saber elegir bien. Aunque quizá la palabra elección no está en nuestro vocabulario.

Un camino se forja a través de nuestros pasos, y pasarse a otro camino puede ser resultado de una situación absurda e insignificante.


En realidad, somos nosotros los que evolucionamos.
Pero no los que elegimos en qué acabamos.

dolor y languidez



Quiéreme por cada lágrima que derramé por ti.
Por cada alfiler oxidado que clavaste y ahora envenena mi corazón.
Sólo porque la herida escuece, y no tengo alcohol para curarla. Todo él corrió por mi garganta en una madrugada perenne, cuando aún creía en sombras difusas.
Y ahora, esquilmados gusanos recorren mis manos, buscando algo maldito entre la materia aún viviente.
No abandones a este usado fósforo en el que me he convertido...
pues sólo intentaba estar a tu lado.

*




Me gustaría poder borrar cada crepúsculo acaecido en tus labios.




Pero la inocencia me impide el paso hacia tu portal de engaños.








_________________

Cuando logres entender el significado de estas palabras, sólo entonces, ven a mi.